lunes, 6 de febrero de 2017

Curándome.

Porque, hay ciertas historias que, haciendo caso omiso de su desarrollo, tienen una magia de la cual no todas puede hacer eco, y esa es la magia de las historias que suceden acción tras acción, se concatenan en una furiosa vorágine que las hace brillantes y efímeras, son chispazos de vida, y son de esas historias que no se vuelven a repetir, y de las cuales ya nada vuelve a ser como antes.

Curándome
Cicatrizándote
escribiéndote
alejándote
dudándote
malinterpretándote
celándote
buscándote
llamándote
odiándote
pensándote
deseándote
viéndote
asimilándote
abrumándote
reclamándote
callándome
perdonándome
cerrándome
culpándote
devastándome
olvidándote
ignorándote
quemándome
sufriéndote
ausentándome
enojándome
protegiéndome
asustándome
sintiéndome
queriéndote
entendiéndome
salvándote
encontrándome
matándote.

¿Perdóname?
Perdón, amé.

¡Perdónate!
Perdón, até.

No hay comentarios:

Publicar un comentario