Ayer a la noche te ví,
estabas linda como nunca.
Quedé envuelto entre las
preguntas
que jamás quise decir.
Me advierto perdido y
ajeno;
no soy del tumulto, pero
no soy diferente.
Es la
ambivalencia que me hace temerle
a lo que no me
hace sentir pleno
Porque existe la
unicidad
y solo me alejo
de ella:
cuídala cuando
la tengas,
que no siempre
se puede observar.
Contemplo buenos
sentimientos
pero lejos de mi
persona.
Es un reflejo de
la corona
de espinas de
otro tiempo
Ejemplo de laceración,
como cuerpos
muertos que en la acero vio
ese Kamikaze, de
sacrificio y pasión.
Muriendo por el
diablo que está en vos.
Y solo
Innovo si vos no
Decís como te
sentís.Son los
pocos recuerdos que emitís todo
pocos recuerdos que emitís todo
lo que te hacen
ser feliz como
maestro al ver
crecer al aprendiz, y si dio lo
necesario para
curtir otro,
el círculo se va
repetir por no
poder romper con
la matriz.
Dios con-
tó que
fuese así; pronto
podrán salir de
ahí locos
que decidieron
destruir modos
de vivir roto.
de vivir roto.
Y ahora todo
suena dulce y eso es decir poco
porque podrás
beber del elixir rojo
que contengo
dentro de mí cuerpo,
y eso no es
mentir. Al polvo podemos ir cortos
de tiempos de
porvenir tan solo por debatir foros.
Los coros pueden
unir dolos, aunque al ir arriba solo puedo construir polos.
Por lo que debo
admitir, que hay algo dentro mi tono
que al percibir
que Artemisa puede gemir “Apolo”,
solo creerá en el
latir sordo
que ya no quiero
emitir; forjo detrás de letras que no te verás venir tomos
que tomo como
estandarte para afligir bobos.
Porque no todos
somos de la misma raíz.
Formo parte del
contraste gris. Gordos peces ríen de mí “soy yo".
Y “yo soy” es el
juego en el que materializo al fin “DIOS” mor-
-tal es tal que al dar azar debí polvo
acumular detrás
de ti; asombro
no deberías
esperar de mí. Morbo
Es lo que han de
consumir. Lodo
es donde han de
vivir, tontos.
Viviendo en la
ciudad de la angustia,
donde si no la
tienen la buscan.
Suelto tragos
primigenios en las tumbas
de los que no
pueden ver atrás de la luz más
que simples
sombras negruzcas.
Tenues silencios
de blues-jazz
hora de que
tengamos saxo.
Nuestros cuerpos
convexos se entregan
al goce del roce en el nexo.
al goce del roce en el nexo.
Pienso en el
peso en mi espalda, la contracción en el pecho,
la sequedad en
mis labios.
La fuerza que me
fricciona a evitar lo simultáneo.
Lo que percibo
al mirarte no lo da Dios.
Entrego mis
latidos a cambio
de estabilizar mí
forma alejándote del radio
que trazo en el
eje de mi presencia
porque pones
vibrar a las cuerdas y eso no puedo explicarlo.
Observo tu carne cubiertas
de rasgos;
el largo de tus cabellos
teñidos, tu vestido azul, la fineza de tus pies delicados.
La línea que define
el contorno de tus muslos,
silueta,
silueta,
y solo quiero
rozarlos:
que tu piel se erice
al contacto.
sentir la luz en
tus pezones brillando,
el sonido de los
fluidos bailando.
Prender la llama
que se esconde en tus ojos apagados
y que nos queme esa
inercia que nos mantiene alejados.
Pecado.
Pecado.