viernes, 11 de noviembre de 2016

Orquídea fantasma

Eres una orquídea,
sé que no lo sabes porque no tienes ni idea,
de todo lo que te pienso
y todo lo que me cuesta sentarme a escribirte versos.

Sé que en su momento
yo bebí de más.
Estabas entrando en mí
y no te vi llegar,

no debí esperar,
y ahora te tengo lejos
no sé ni pensar; es que

no lo quiero titular.
Puede sonar ridículo,
pero eso lo hago en el final

¿Y cómo podría hacerlo?
Si todavía pienso
que no debe terminar.

Sé que mentí la
vuelta que te dije que no sentí las
veces que me hice daño por llamar la atención.
Hoy solo observo a un tonto perdido en la traducción

¿Comprendes la dimensión?
Todo fue distinto después que sentí tensión.
En tus ojos verdes está el ser de mi inspiración,
soñando con besarte, desnudarte

y desvestirte los miedos...

que nunca muestras a nadie para no sentirte menos.
Entremos en tu terreno,
y entro en tu corazón patinando sobre hielo.

Sólo sé que te quiero,
tal vez no nos conocemos,
pero una vez lo hicimos.

Y todo lo que vivimos
quizás para vos fue menos
por eso es que no te olvido

Anduve viviendo calle, sin saber dónde ir
y me di cuenta muy tarde que sacabas lo mejor de mí.
Te estoy contando cosas que no me corresponden ¿y?
Soy el que corre por el borde de su porvenir.

Espero que algún día me perdones por decir
que al caer de la noche, yo, no soy yo sin ti.

Y sí, comprendo que no acostumbras
a lidiar con los locos y soportar sus conductas.
Te hartaste de las preguntas,
el día que te fuiste, lo hiciste con mis columnas.

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